lunes, 24 de abril de 2017

El péndulo de Foucault francés: Del Chirac vs. J-M.Le Pen (tras Jospin) al Macron vs. M.Lepen (tras Hollande)




« La esperanza es en sí misma una especie de felicidad y tal vez, la máxima felicidad que se puede obtener en este mundo »
« Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón : todavía no nos han traicionado »

Samuel Johnson (o simplemente Dr. Jonhson)

Conocí al ¿ensayista? Samuel Johnson (1709-1784) tras leer un delicioso libro de la siciliana Simonetta Agnello afincada en Londres titulado así « Mi Londres », para lo que tiró (a fe mía que acertadamente) de la agudeza y profundidad de observación de aquél para glosar aspectos de la vida cotidiana de la ciudad y de sus habitantes. Sin alcanzar vale la erudición y sapiencia insuperables del gran Montaigne algún siglo atrás, pero con idéntica capacidad para ver desinhibidamente la realidad que se esconde tras cada apariencia o pequeños datos elementales que se nos muestran casi ocultos a cada paso en la vida.

Es el caso que tal crítico literario me viene a la mente cuando observo el zig-zag tan persistestemente rutinario que se transita en las convocatorias electorales en Francia, en las que como si de boutades se tratase, se elige a uno o al contrario siendo a su vez el mismo, pero con la encendida convicción de haber optado apasionadamente por lo acertado para ese momento, pero inmediatamente demonizado en el siguiente, sin esperar apenas a que la segunda reflexión del Dr. Johnson haya podido expresarse pues ya antes de que las esperanzas hayan sido defraudadas, ya está (estará) el nuevo gobierno haciendo exactamente todo lo que no había sido dicho.

Hace cinco años, François Hollande recuperó con cierta holgura para el Partido Socialista francés (en adelante PSF) la confianza del electorado en confrontación con la versión republicana de pandereta de Sarkozy, mostrándose como el bien-pensants que con sus buenas maneras, y lo más importante con su programa social prometido fundado en las tradiciones más genuinas de la izquierda abriría una nueva etapa de cambio en la Francia ensimismada por problemas nuevos que acompañaban a la crisis económica y los airados vientos de austeridad proclamados desde Berlín vía Comisión Europea. El posterior incumplimiento de la palabra dada (del que tuvimos también sobrada muestra en España con Zapatero ese malhadado mayo de 2010) y que con el nombramiento del tan celebrado ahora Macron como ministro de Economía, se dio tan solo un aldabonazo, no se hizo esperar apenas pasado año y medio, dejando al albur de compromisos con el neoliberalismo más rampante todo lo tocante a las reformas (sin duda necesarias en el anquilosado y un poco elefantiásico estado francés) pero claro con las cirujías propias de los enemigos infiltrados o no del estado de bienestar.

No cabe duda que hay infinidad de aspectos de la legislación laboral o social y claro está de la propia administración francesa, que necesitan acomodo en el nuevo siglo y sus escenarios también nuevos de la era digital, por no hablar de la competitividad creciente de las economías asiáticas, etc. que requieren voluntad política profunda y grandes dosis de esfuerzo de Estado por hacerles frente (la edad de jubilación debe ser entre otros uno de los grandes tabús). Pero ese gran debate de las Reformas no se ha dado con Hollande: pura y simplemente se han practicado las medidas que la agenda urgente de la salida de la crisis (la financiera sobre todo) exigía para una tranquilidad de los mercados y el PIB, lo que vale decir, dar la espalda en esa ecuación a la prioridad del empleo y a la precariedad salarial en línea con la política austericida dictada por Bruselas. Con una Francia desencantada  (estado que gusta airearse enseguida en los medios al menor atisbo de frustración por ejemplo legislativa), los temas de la inmigración y el terrorismo tuvieron y tienen ya su terreno abonado para ocupar las mentes con fertilidad asegurada. Y claro ahí está Marine Lepen, y al decir de los que parecen saberlo bien (aunque empiezo a dudar de tanta certeza) esos antiguos obreros que incluso fueron militantes comunistas que se ven fuera del sistema tradicional en un mundo nuevo que no reconocen como « francés ».

Benoît Hamon 2017
Marine Le Pen sí, pero también los que renunciando a recuperar la tradición reformadora de la socialdemocracia sin servidumbres con el neoliberalismo, se han propuesto que ésta no pueda ser ya más un referente, « pasokizándolo » como en Grecia si cabe como llegó a afirmar en un calentón el propio Jean-Luc Mélenchon, eurodiputado y artífice al fin de este sorpasso del PSF tan pretendido desde tiempo atrás, colocándose en ese encantador lugar de poder influir sin siquiera decidir por sí mismo (¡sic!) su voto en la segunda vuelta contra el Frente Nacional.

Esa prioridad de adversario, que bien conocemos también en España con Podemos, se nutre con mucha seguridad de la necesidad e ilusiones de verdadero cambio: Han sido tantos los incumplimientos socialistas una vez encaramados al poder, que ni siquiera un viento de autenticidad de izquierda salido de un incontrovertible proceso democrático de votación de la militancia,  representado claro por un desconocido (no podía ser de otra forma por más que fue Ministro de Educación con Valls) Benoît Hamon, que incluso contra éste bien se han encargado en su propaganda los abanderados de la novedad de estilo en objetivos y forma como el citado Mélenchon, de vincularlo a los recuerdos más impresentables del reciente neoliberalismo practicado por las coaliciones de facto de socialistas en los gobiernos de Alemania y Holanda. Y en la propia Francia, desde su posición dominante en el gobierno a través del primer ministro Valls. Con una práctica de gobierno así, ni a la maledicencia tuvo que recurrir.

Hamon 2013,  Ministro de l'E.N.
En España, nuestros analistas claro está ya han empezado a verter ríos de tinta: Emmanuel Macron, la gran esperanza blanca… No cabe duda de que hay que felicitarse de que el fantasma de la ultraderechización de Europa, siguiendo los pasos de Trump y el Brexit se ha conjurado para alivio de todos los demócratas. Es una prueba más de que el miedo deliberadamente perseguido dando ventajas del 28-30 % a Lepen en las encuestas (luego ha sido un 21% real) tiene un objetivo desmovilizador hacia la izquierda, volcando las energías en perseguir el mal menor, primera vuelta incluida, lo que ha dado la victoria a Macron, un gestor  (trabajó en la banca Rothschild) que no ha crecido sumergido en la batalla política y que por su inexperiencia en esta importante arena (la legislativa principalmente, pues en la de la opinión ya sabemos por el zig-zag que comenté arriba que será desencantada más pronto que tarde) chocará en la primera semana con todos los intereses habidos y por haber.


Para acabar me interesa comentar la influencia que este resultado electoral tendrá (bueno ya ha tenido) en el debate de Primarias del PSOE entre las candidaturas: Es curioso, ni el más cerril de los pronosticadores podría no acertar en lo que era previsible dijeran los representantes del oficialismo (candidatura de Susana Díaz) y los de la unión de todas las sensibilidades frente a la divisón etc (candidatura de Patxi López) : Los primeros ya han dicho (Elena Valenciano y la propia Susana, sí creanme, lo he oído por la radio): « Hay que girar más a la derecha ¿no véis lo de Macron? » (aunque claro después de la abstención a Rajoy ¿de qué extrañarse ?) y los segundos, pues qué van a decir, eso que hemos oído siempre, que es malo el radicalismo y que los extremos se tocan. Un profundo análisis ya se ve : Haciéndose amigos de Hamon vamos, tanto que Zapatero con el resultado del 6-7% aún caliente se ha atrevido a vincular tal resultado para el PSF con una crítica escuchada a aquél contra…¡el Euro! Como si citar a esa metáfora monetaria de unas políticas del Banco Central Europeo, sí ese que humilló a Grecia y a todo el sur europeo un día sí y el otro también, fuera el más furibundo ataque a…¡Europa! Y claro de ahí a acusarlo de « melenchonista » solo hay un paso, el que recorren acusando a Pedro Sánchez de « podemista »…


Frente a los que imaginan desdibujar la propia identidad socialista como forma de conjurar el recuerdo de  los electores contra aquellas etiquetas que trastornan a ojos de éstos la tradición socialdemócrata por traiciones sufridas por ésta, no le cabe al PSF y también al PSOE, que volver al terreno que fue el suyo y que nunca debieron abandonarEse anclaje consistente en terreno identificado y genuinamente de izquierda, es lo que puede vincular la mirada al futuro de los electores con las herramientas de organización que ya demostraron en su pasado el camino a seguir en pos del estado de bienestar, en vale sí un tiempo nuevo que deberá ver nacer a una nueva socialdemocracia que recupere los votos de aquéllos que se fueron perdiendo en el camino.



martes, 18 de abril de 2017

Freud y las delirantes leyendas en torno a sus enseñanzas y el psicoanálisis



A la vista de varios comentarios leídos en las redes sociales no he podido resistirme a contrarrestar ciertos lugares comunes que desgraciadamente se han instalado en el juicio "popular" que se hace del psicoanálisis y Freud, o ciertas banalizaciones de conceptos de los que se prefiere airear la superficie de su sonora denominación clínica en vez de lo sustantivo a lo que se refieren... por no hablar de la atribución a Freud con entrecomillados no referenciados a sus fuentes sobre esto o aquello que se dice que dijo.*

Es el caso de conceptos como " envidia del pene", "complejo de castración", "matar al padre", y otros que no me vienen a la memoria pero que enseguida alguien puede sacarlos a relucir con sarcasmo al más mínimo pretexto cuando presuntamente se sienta aludido en una conversación en la que crea ser señalado como un "reprimido", etc. En esos casos la espita antifreudiana salta como un escopetín, comenzando a lanzarse improperios contra ese "retorcido" muñidor de teorías y causas sexuales en cada comportamiento -llamado animal por los "escandalizados"- de los sujetos que claro "somos más que eso".

De igual manera que contra Darwin son lanzados los más furibundos anatemas no solo por los "creacionistas" más fanáticos sino por los xenófobos más inconfesables por osar decir que "descendemos del mono", simplificando la teoría de la evolución con un "quieren que nos traguemos que somos animales solo que algo más listos que el gorila", de igual manera digo los abanderados del "conductismo", y ahora de manera más 'fashion' del "cognitivismo", en realidad dos disciplinas de la psicología que sólo operan en el campo experimental y descriptivo de las conductas al objeto de cambiarlas con estímulos físicos o de aleccionamiento voluntarista (cuando no recurriendo directamente a los medicamentos y antes al electro-shock), han declarado abiertamente la guerra a quienes desde Freud (Lacan entre ellos) han hecho avances indiscutibles en el campo de lo que había sido negado u oculto al saber consciente y académico hasta ese momento del pasado siglo cual es el de que hay un nivel de experiencia inconsciente que opera con importante fuerza y consecuencias en la conducta de los sujetos, y que ese inconsciente tiene sus reglas y significados que puede el análisis arrojarles luz desde la palabra y la escucha para si no siempre la cura, al menos mitigar (o convivir con) el síntoma.

Este y restantes grabados corresponden a 'Freud' de Libros del Zorro, del ilustrador Ralp STEADMAN, glosado en Babelia - El País 5-mayo-2016

Se abrió pues un revolucionario camino (y nada discutido ya, a la vista están si no los términos ya aceptados por el habla común como "complejo de culpa", "lapsus linguae", la importancia de los sueños, el "Edipo que tenemos", etc.) al desvelo de por ejemplo y no la única pero sí muy importante, una realidad sexual y la que tiene que ver con las relaciones afectivas que los que vienen al mundo sostienen con sus progenitores.
 Grabado correspondiente a  'Freud' citado arriba 
Así fue como por ejemplo pudo Freud pensar de las hijas por su relación de amor con el padre que desarrollaran una capacidad afectiva que difiere con la de rivalidad con aquél en el caso de los hijos varones (en lo que basó el término "complejo de Edipo"). También dijo sin embargo que por su condición históricamente sometida al poder patriarcal del varón, había sido ocultada su esencia de seres también sujetos de deseo.  


Cuando Freud afirmó al final de su vida que (la sexualidad de) las mujeres eran aún un misterio para él, estaba confesando honestamente que no había sido ese campo, el del deseo, en el que las mujeres hubieran tenido el derecho a ocupar un lugar, y solo cuando alguna de estas mujeres (a veces familiar o hija de algún paciente suyo) mostraron su vindicación a ser escuchadas, es cuando Freud levantó una pesada losa que oprimía la observación, ya sin los prejuicios de género de la época, del universo digamos que mental de que se componía esa otra mitad de la población sin caer en el reduccionismo machista de solo considerarlas posibles madres o mujeres "incompletas" por no serlo. Lo que aceleró sus estudios sobre la histeria que se da en las mujeres (al que no escapan por supuesto los hombres y cada vez más) que fueron una importantísima contribución al conocimiento de la psiquis humana en general, junto al de las fobias, la neurosis obsesiva y las perversiones que ya nadie niega, junto al inicio del estudio de la psicosis.
 Grabado correspondiente a  'Freud' citado arriba
Sería absolutamente injusto, y solo los papanatas caerían en un juicio inculpatorio así, reprochar a Freud que tantos frentes de la investigación abrió (los sueños, la influencia de la religión y los tabúes, la importancia de la infancia en el devenir del sujeto, la tan traída y llevada sexualidad  -de la que nadie osaba hablar vivedios-, etc.) el que dedicara extensas obras de su dilatada bibliografía a estudios que incluyesen explícitamente a la mujer, sin ser al mismo tiempo -algo que ni se había formulado en su época- un "feminista". A mí me basta con saber que abrió caminos y que trazó bien sus protocolos para la fundamentación de sólidos principios que como el de "complejo de castración" que afecta a hombres y mujeres (recordémoslo, la imposibilidad de alcanzar la satisfacción completa del deseo), o el del tan vilipendiado "envidia del pene" (en realidad un simple significante metafórico con el que se designa la aspiración por lo que no se tiene, sin que se refiera obviamente al órgano físico sino al poder, que como bien se sabe ha estado siempre (sociedades patriarcales la mayoría de las veces) en manos del poseedor del falo, en fin tantos y tantos lugares comunes ya casi enunciados o definiciones ya admitidos como irrebatibles que yo me guardaría muy mucho como en las redes sociales se hace (a veces invocando airadamente presuntas razones feministas por muy razonable que sea en su origen un enfado) de hacer tabla rasa de un largo trayecto de desarrollo e historia de la clínica psicoanalítica en el mundo por mírame-aquí-este-calentón debido a una designación "malsonante" de un concepto clínico o su apócrifa aplicación a un despistado razonamiento de un comentarista en la red.

(*) Recomiendo la lectura de esta la entrevista a la escritora Elisabeth Roudinesco  que aborda el sinsentido de la tergiversación impostada de las teorías de Freud por una no bien entendida aún animadversión al desenvolvimiento abierto de un saber que altera los cimientos de no-quiere-saber del establishment también en este campo del conocimiento de la psique humana.