viernes, 7 de marzo de 2008

La rodilla de Matilde, Schubert (1828<--1797) y la densa cartelera

La buena nueva de la por fin esperada operación de rodilla de Matilde, que bien merece el cariñoso trato que no le dieron en la primera fase del anterior episodio (recordemos que hubo toda una pierna en entredicho…), me motiva para una Entrada global hablando por ejemplo del homenajeado por las jornadas Música-Musika de este año en Bilbao: Schubert [ver programa de mano del festival trucado en la foto adjunta con otro evento musical...acceso previa invitación -por consiguiente con contraseña].

Haciendo un ejercicio de biografía al revés (y sobreimpresionado con la imagen del lamentablemente fallecido Heath Ledger -uno de los protagonistas de Brokeback Mountain), la suya fue una breve intensa vida…:
Murió a los 31 años en Viena, preso de fiebres tifoideas tras haber compuesto más de 1000 obras [centenares de lieder* como “El canto del cisne”, “Viaje al Invierno” o “La Bella Molinera”, cuartetos como “La Muerte y la Doncella” (¿recordáis la película de Polanski sobre un fotuito encuentro entre verdugo amante de Shubert y una de sus antiguas víctimas de tortura en el Chile de Pinochet?), quintetos como “La Trucha” (la escuchamos con una orquesta polaca), sonatas, sinfonías, misas y óperas], que habían sido dadas a conocer en las famosas Schubertiadas, veladas de amigos con Schubert como centro creativo y asombro de todos. Solitario pero con apoyo de intelectuales y afines, se mueve entre la indiferencia oficial (sus óperas no siguen la moda por el gusto italiano) pero con fiel y gran audiencia en el terreno del lied * alemán. Había seguido la estela de sus admirados Beethoven (el ideal inaccesible), poetas o pensadores de la época como Goethe, los modelos clásicos como Mozart, etc. Hasta llegar a ser enseñado en composición por Salieri (Maestro de Capilla de loa Corte) en 1813, se había beneficiado de las enseñanzas del organista de la Corte (W.Ruzicka) y antes aún del konzermeister y amigo J.von Spaun.
Hasta escribir precisamente esas primeras sinfonías para la Orquesta de alumnos hubo de pasar por conflictos con su padre, que le prohíbe expresamente componer pese al talento musical demostrado y el reconocimiento obtenido por ello (en 1808 obtuvo plaza de becario en la Capilla de la Corte tras un brillante examen para su ingreso), haciendo difícil su permanencia en el Centro de Religiosos en el que estudia gratuitamente la enseñanza secundaria gracias a su condición de cantor del emperador.
Fue su padre, maestro de profesión en un barrio de Viena el que le inició en el violín (era director de coro de la Iglesia Parroquial) aunque siempre pensando que su duodécimo hijo no podría aprender más de lo que él no supiera ya... Para iniciar tal andadura, nacería en 1797 en el seno de esa modesta familia de Liechtental.

(*)Pero, ¿qué es el lied (canción en alemán)?: Para responder a esta pregunta se puede citar la definición que da Zamacois: "Canción original, escrita para ser cantada por una sola persona, compuesta con ambición artística, pero en un estilo íntimo, desprovisto de efectismos vocales, y en la cual poesía y música se funden totalmente, ésta al servicio de aquélla, y no a la inversa".
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No hay tiempo para todo, pero Crímenes de Oxford
merece ser vista, aunque solo sea por los cómplices manejos de cámara a lo Hicthcock sobre todo en una de sus primeras escenas que recorren con fortuita casualidad todos los personajes y claves implicados en la trama. No sé si un clima oxoniense, pero sí al menos una sonrisa de trama con calité puede arrancarnos esta película que solo reconoces como española por las mil entrevistas escuchadas a Alex de la Iglesia
Collage de Cartelería de pelis aludidas
¿Y qué decir de No es un país para viejos con Tommy Lee Jhon y J. Bardem…el justamente oscarizado (para mí, que en esto hay mucho entendido por ahí diciendo que hacer de "malo" es solo mirar de frente muy fijamente)? Si uno hubiera leído “La Carretera”, otra novela del mismo autor Kormac Macharty en que está basada la película (yo lo hice después), notaría esa misma lúgubre sensación de grandes espacios abiertos y casi deshabitados en los que desconfiar de cualquier persona que divises a lo lejos…Cualquier ambiente posnuclear puedes encontrártelo ya mismo sin necesidad de un episodio catastrófico semejante: Basta con que existan intereses de un lado y psicópatas de otro…

J.Bardem en No Country for Old Men
Nada que ver con la prescindible Sweeny Todd, que solo si se es muy foroso (e incluso así) de Tim Burton puede soportarse ese largo musical infantil lleno de desganados efectos góticos con los que rodear una historia de meat pies que dan ganas de vomitar…Y claro, está esa larga película There will be bleed -Pozos de Ambición, en la que efectivamente Daniel Day Lewis nos deleita con su gran condición de actor, pero que a fuer de querer emular en su segunda parte episodios del tipo Gigante u otros clásicos, se abunda sin gran utilidad en la impresión perseguida de mostrar el abismo entre las expectativas vitales del imparable ascendiente y la decepción por la frustración con el destinatario/descendiente. Reto desde esta Entrada a que se entienda a la primera (sin la conversación aclaratoria a la salida del cine) el embrollo relativo a la condición de ‘hermano’…(no digo más).