martes, 26 de junio de 2012

Leyendas urbanas: El de haber "vivido por encima de nuestras..."

Viñeta de Forges en El País (mayo 2012)
La frase "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" es un mito, una leyenda urbana gestada a mayor gloria del objetivo de los recortes para pillarnos vulnerablemente culpables nosotros mismos de esa "debilidad congénita por el despilfarro" que anida indefectiblemente en nuestras pecadoras almas individuales, aherrojadas claro está por el delito de un sin par pecado original de avaricia y gasto-porque-sí. ¡Fijaros en el derroche de 400 € al año para consumir eso de más que no nos merecíamos! Por no hablar de saludar al nuevo bebé con alguna garantía de cuidados superiores en tan delicados momentos y contra el parón de la natalidad: ¡Eso sí que es derroche de la peor especie humana! Y qué decir de reparar nuestros pueblos con un plan E que no llegó en gastos al 48% de lo que supondrá la inyección a Bankia, y que al menos dio empleo y razón de vida a decenas de trabajadores: Eso es directamente tirar el dinero a la basura -o a las aceras como gusta decir, pareciendo que todos deseasen el secular barro en su lugar como firme a pisar en el medio rural...(un país no se arruina por eso como bien demuestra el momento actual: lo hace el parón de la actividad económica, la bajada de ingresos y los gastos excesivos...de los bancos y sus prestatarios promotores del monocultivo inmobiliario...deuda privada sobre todo). Yo sostengo al contrario, que el común de los ciudadanos hemos comprado y consumido las cosas que las expectativas sociales -en razón de un sueldo razonablemente digno sostenido en el tiempo-, la propaganda comercial -por eso de dinamizar la economía- y los sanos objetivos de progreso personal y vital -la educación, el ocio, el saber y viajar- nos han ido proporcionando al calor de los medios y recursos que nos ponían a nuestro alcance, los interesados Bancos los primeros. Lo muy visible era el cuñado bocazas que ostentaba su “cuatro-por-cuatro” y las compraventas de segundas residencias ideadas aquí y allá. Pero el común de los mortales del que hablaba antes nos hipotecábamos -y no para vivir en mansiones- porque era a lo que el buen criterio social nos animaba -la propiedad, la inversión-, y no teníamos por qué saber que se nos prestaba dinero que no tenía más aval que sofisticados paquetes con nombres raros corroídos por termitas 'subprimes', que dieron réditos a sus creadores a cuenta del batacazo futuro a sus pringados consumidores, entidades bancarias y deudas soberanas incluidas. Aquéllos gestores de inversión sí, junto a los cobradores de bonos por tan jugosas operaciones de ingente rentabilidad para los grandes inversores a los que representaban, y los intermediarios públicos corruptos en ayuntamientos o generalitates varias (ya sean valencianas o madrileñas, pasando por las catalanas y...) SÍ 'vivieron por encima de sus posibilidades', y es ahora, cuando no podían sostener el ritmo de gasto en el mantenimiento de sus mansiones, divorcios caros y jet privados, cuando han llamado a rebato, con el clarín de las agencias de calificación, a cobrarse de deudores que no tienen más respaldo de liquidez que aquellos activos tóxicos que les vendieron, y exigen para ello a los países que reduzcan sus propios niveles de vida [léase servicios sanitarios, educativos y sociales en general] para seguir manteniendo los suyos: No es demagogia: se habla del crecimiento de la industria del lujo y el aumento de los millonarios: De sus excéntricos excesos seguimos leyendo y oyendo en todo tipo de papeles y televisiones, y no solo del tipo 'couché', pues los 'ranking' dan fe de ellos con cifras comparativas muy bien contrastadas: las de la revista 'Fortune' son las más famosas, pero acudid a los estudios de la OCDE [Growing unequal?] u otros sobre el aumento de la desigualdad en el interior de los estados nacionales para llevaros una enorme sorpresa al respecto...

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